*En la ciudad de Xalapa, entrenadores de nivel internacional operan un lugar donde canes “civiles” encuentran el equilibrio
Gisela Uscanga
Xalapa, Ver. – Los canes, de todo tipo de razas e incluso mestizos, corren felices alrededor del perímetro del lugar; retozan entre sí, se enciman, juegan y se lanzan, de vez en cuando, dentelladas.
Los pastor belga malinois, pastor alemán, el salchicha y hasta un mestizo socializan hasta que la voz de uno de sus entrenadores los hace parar en seco. Su conducta se modifica y se tranquilizan.
Los perros se encuentran en la Escuela Club Canino Ánimas, un lugar donde reciben educación de entrenadores internacionales formados en las fuerzas policiales, pero ahora con instrucciones para canes civiles.
En el club, que pertenece al Grupo Profesional Táctico Canino K9, los perros reciben entrenamiento para que la convivencia cotidiana sea placentera tanto para el dueño como para el animal.
“Las personas quieren una mascota para tener una convivencia feliz en casa, pero la mayoría no saben las etapas por las que pasan los canes y los empiezan a tratar como humanos, esto deriva regularmente en problemas”, advierte el entrenador con certificaciones internacionales, Ponciano Ruiz.
Algunos de esos problemas son morder todo, no respetar zonas de casa, ensuciar, ladrar, estar encima de las visitas; y de ahí viene el regaño y la separación.
“Algo que se quería fuera un acompañamiento feliz, termina convirtiéndose en un problema. Es responsabilidad de los dueños proporcionar todas las atenciones que requieren sus mascotas y educarlo”, afirma el fundador del Centro.
La Escuela Club Canino Ánimas abrió sus puertas un 26 de junio de 2019 y uno de sus integrantes es José Martín Gómez Contreras, entrenador certificado en Estados Unidos.
Se graduó con alto promedio en lo teórico y en lo práctico, al presentar a su perro entrenado en arresto e intervenciones y motines y la búsqueda criminal, perseguir a fugitivos que huyen tras un asalto.
Y si bien no ha sido fácil el cambio de ser policía binomio a dar entrenamiento doméstico, es algo – dice- “que me sigue llenando de amor, pasión y respeto, son toda mi vida”.
Sirvió durante 21 años en la fuerza Canina de la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz, y ahora desde el Club no sólo educa al perro, también orienta a los propietarios.
“Hacemos control de ajustes de comportamiento del perro, modalidad de paseo, socialización, adaptación al entorno rural o urbano. Se da estimulación temprana, ayuda mucho en la psicología y etología canina y con base a las características de cada raza se diseña el plan de trabajo”, describe el instructor certificado en el National Narcortic Detector Dog Association.
A mitad del programa se introduce al propietario para involucrarlo y darle toda la información que necesita para entender a su perrito.
“Porque muchas veces los propietarios no saben leer el lenguaje de su perro y aquí se enseña a los dueños a leer que significa tal o cual ladrido, el movimiento de cola, si quiere juagar, ir al baño, y todo lo que se requiere”.
El entrenamiento es positivo para que el perrito pueda convivir de manera sana y ordenada tanto en su casa como en la calle.
Y entonces los perros desde cachorros socializan, conviven y juegan con los de su misma especie, son felices y se relacionan mucho mejor con sus amos.